Las características de la educación en la República Dominicana, Recursos, Planificaciones,Proyectos,Talleres,etc
martes, 26 de junio de 2012
Taller de Valores
Antecedentes.
El tema de la Formación en valores comenzó a considerarse fundamental desde la antigüedad. Una muestra de ello, es que los antiguos romanos comprendieron que la dignidad humana es la base de la formación o educación en valores.
Llamaron a ese lineamiento común en todos los hombres, que los iguala en dignidad, ¨humanitas¨. Etimológicamente, humus, significa tierra, polvo, entonces la dignidad humana, hace referencia a ese ser único en el universo, capaz de conocer, valorar y amar la realidad en la que vive.
Esto, en Pedagogía goza de una concreción fabulosa pues, sólo se ejerce una verdadera influencia benéfica en el educando, cuando previamente el educador es consciente de lo que ha sido confiado en sus manos: un ser humano, llegando así a un punto crucial, donde: educamos desde y para la dignidad humana, en el marco de la formación en valores o, simplemente, no educamos; pues así como sin valores no hay educación, sin dignidad humana no hay valores.
Conceptualización sobre valores.
Para la definición de valores, se toman en cuenta elementos que sirven de denominador común para afirmar que son cualidades, creencias, normas y principios. Para Rudolph Hermann Lotze ¨Los valores son producto de cambios y transformaciones a lo largo del tiempo y de la historia. Surgen con un especial significado, cambian, suelen ser efímeros o desaparecen en las distintas facetas del tiempo.¨
Asimismo, los valores son considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona.
"Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de un sujeto que lo aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no tienen existencia real sino son adheridos a los objetos que lo sostienen. Antes son meras posibilidades." (Prieto Figueroa, 1984: citado en Morales de Casas, 2006)
Los valores no son concretos, no se encuentran en el mundo sensible y objetivo. No debemos obviar, la definición más socorrida, la que expresa que los valores son el conjunto de cualidades o aptitudes que permiten elegir aquellos aspectos de la realidad que son o parecen más óptimos para dar sentido a la existencia.
Además, es positivo recordar el artículo 2º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de Diciembre de 1948 que nos ofrece una visión universalista de los valores: "La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos o religiones y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz".
DD 1: Presentando valores con mímica
Objetivos
Identificar la forma en que el grupo percibe cada uno de los valores.
Analizar la importancia que tienen los valores.
Presentar los valores desde diferentes puntos de vista.
Tamaño del grupo: Divididos en subgrupos de 3 a 6 participantes.
Material: Tarjetas con el nombre de un valor.
Desarrollo
I. El Facilitador comenta; "Hubo una época en que le cine era mudo, el sonido se agregaba en la misma sala de proyecciones por medio de una orquesta, pero el diálogo entre los personajes no se escuchaba. Cada cierto número de escenas aparecía un letrero con algunas frases. Hoy vamos a realizar una experiencia parecida".
II. El Facilitador divide al grupo en subgrupos y les indica que se convertirán en actores de películas mudas. Así mismo le entrega a cada subgrupo, sin que los otros subgrupos se enteren, una tarjeta con el valor con el cuál trabajaran.
III. Cada subgrupo prepara alguna escena referente al valor que se les asignó y las presentarán con mímica para el grupo. Los demás deberán adivinar de qué valor se trata. En caso de acertar, gana puntos para su subgrupo. En caso contrario, los puntos son para el subgrupo que representó el valor.
IV. Los subgrupos representan sus películas en forma alternada y el puntaje se anota. Para hacer la experiencia más interesante, se puede realizar un festival de cine mudo. Los subgrupos representan en un primer momento su valor como una película para niños, después pueden ser de terror y suspenso y por último, películas musicales.
V. Al final se comenta en grupo. ¿Para qué les sirvió lo que hicieron? ¿Qué descubrieron de los demás? ¿Por qué en algunos casos resultó fácil adivinar y en otros no? ¿Qué nombre de película pondrían a su vida?
Formación en Valores en el Nivel Inicial
La formación en valores debe incluir a los más pequeños, la razón de comenzar a partir de estas edades se debe a que la transmisión de los valores sociales y morales comienza desde los primeros meses de vida, aunque se consolidará en edades posteriores. La educación moral debe ser considerada como una construcción en la cual la escuela, la familia, los iguales, tienen un papel muy importante.
Wynne (1986) c.p. Woolfolk (1996) confirma ese planteamiento al afirmar que a los niños se les debe enseñar no sólo a adoptar principios morales abstractos, sino a comportarse en forma moral en los aspectos cotidianos de la vida.
De hecho, todas las personas e instituciones de una sociedad, deben modelar y enseñar los valores morales, más aún, en los actuales momentos. Por ello creemos de importancia capital, ofrecer desde la institución educativa los conocimientos, procedimientos y actitudes que hagan posible la construcción de criterios morales propios, derivados de la razón y el diálogo, y pensamos que todo este trabajo se debe iniciar en el Nivel de Educación Inicial, es decir, desde los 2 hasta los seis años.
Siempre, bajo la premisa de que cada niño o niña es un ser humano único, original e irrepetible, el más perfecto y bello producto de la Naturaleza, que debido a las influencias del ambiente, llega a ser el producto de la cultura en la que se desenvuelve.
Sabiendo que el niño o niña cuando nace desconoce los roles, las normas, las pautas y los valores morales y sociales de su comunidad, los agentes educativos nos convertimos en facilitadores de experiencias y relaciones que facilitan su progresiva madurez social.
Por ello, observamos como en la Ley 66-97 de Educación se establecen las funciones que tienen que ver directamente con el ámbito de los valores:
g) Desarrollar el inicio de valores y actitudes como la responsabilidad, la cooperación, la iniciativa y la conservación del medio ambiente.
j) “Promover una organización comunitaria que estimule el desarrollo de actitudes morales y esquemas de comportamientos positivos”.
Reflexionando sobre esto, parte la idea de que, en la Escuela debemos crear un ambiente donde se ofrezcan unos modelos de roles y valores positivos aceptados por la comunidad. Como por ejemplo: Ceder el asiento a una persona anciana, valorar el hecho de que alguien les dé las gracias, dar el primer paso para la reconciliación después de una pelea...
La Educación Temprana podemos afirmar que es aquella encaminada al desarrollo de la personalidad, y de los valores que nos permiten la convivencia, hasta el máximo de sus posibilidades.
Nos ceñimos a un número de valores universalmente aceptados por todos los entornos culturales, los tratamos con amplitud y profundidad, y a través de ellos, se pueden globalizar aquellos que más tenga en cuenta cada cultura.
El valor como tal se conoce, se aprende y se elige en las acciones de la vida cotidiana, por los comportamientos que los niños y niñas asimilan y por los que observan en los adultos, y su formación puede darse de manera espontánea, o dirigirse pedagógicamente. Esto último garantiza que el valor individual concuerde con lo que constituye la norma o valor social.
¿Por qué a los niños de hoy les resulta tan difícil todo esto?
Quizá porque los adultos les hablamos mucho de valores en vez de demostrarlos con nuestro ejemplo y explicarlos de manera comprensible para ellos.
Para que esta educación no se quede únicamente en buenas intenciones, hay que integrarla en la vida cotidiana, de manera concreta, práctica y sencilla, promoviendo el aprendizaje y desarrollo del niño y la niña entre cero y seis años, como seres sociales, personas y sujetos de derechos, partícipes activos de su proceso de formación integral, miembros de una familia y una comunidad que poseen características personales, sociales y culturales particulares.
Por otra parte, está el propiciar experiencias de aprendizaje que permitan a los niños y niñas fortalecer sus potencialidades para un desarrollo pleno y armónico para que sean:
Autónomos(as)
Creativos(as)
Dignos(as)
Capaces de construir conocimientos
Comunicativos
Cooperativos (as)
Tolerantes
Respetuosos (as)
Del análisis de todo esto se deduce que el tema de la educación moral y los valores ha sido abordado en las últimas reformas educativas, de los diferentes países latinoamericanos.
Sin embargo, se considera que en la práctica necesitamos una serie de orientaciones que nos permitan enseñar de una manera exitosa los valores. Una manera divertida para hacerlo es a través de cuentos, fábulas o historias.
¿Por qué? Porque, una de las mayores ventajas educativas, sin duda alguna, es la capacidad que tiene un cuento o una fábula de transmitir valores.
Quizás no hayamos reparado conscientemente en ello, pero si lo analizamos, la mayoría de los valores más firmemente arraigados en nuestra propia personalidad llegaron a nosotros de la mano de alguna de estas historias:
Para muestra varios botones:
1) Los 3 cerditos, nos inculcaron la importancia de trabajar bien.
2) La tortuga y la liebre nos mostraban que la constancia y la modestia tenían su fruto.
3) La Cigarra y la Hormiga nos hicieron ver que era más rentable trabajar que ser un holgazán.
4) La Sirenita, que nos enseña que debemos aceptarnos como somos, que si intentamos cambiar nuestra esencia nos metemos en muchísimos problemas.
5) El Soldadito de Plomo, que una discapacidad no debe limitarnos y que aún bajo esas condiciones podemos encontrar el amor.
Esto no es casualidad. Todas las historias, y los cuentos tienen un argumento lógico que une las distintas partes, haciéndolas mucho más fáciles de recordar. De esta forma, nuestra memoria almacena precisamente ese hilo argumental porque es el pegamento de todos esos elementos, y por tanto la forma más sencilla de tener acceso al resto de detalles de la historia.
Y es precisamente la moraleja el mejor resumen de un cuento, y por tanto lo que mejor retenemos del mismo.
Así, por ejemplo, uno puede olvidar detalles de lo que decían la cigarra y la hormiga, pero no olvida que una holgazaneaba mientras la otra trabajaba para almacenar comida.
Se trata de que en educación, especialmente en el nivel Inicial usemos cuentos, música, nuestro propio ejemplo, sin imponer limitaciones ni convertirnos en policías, sino en promotores de valores desde una perspectiva ética y usando la imaginación, los sentimientos, en fin, todo lo que esté a nuestro alcance. La educación en valores debe brindarles a los niños y niñas herramientas para que puedan desarrollar su propio criterio buscando la verdad y no ser manipulados por otros, para querer el bien por voluntad propia y no por obligación.
DD2: Cuenta y Vive.
Objetivos
Desarrollar la capacidad creativa.
Socializar sobre los valores: Honestidad, Aceptación, Alegría, Paciencia y Autocontrol.
Tamaño del grupo: Divididos en subgrupos de mujeres y hombres.
Materiales: Guión del cuento, disfraces (opcional)
Desarrollo
1-Cada grupo se distribuye y lee el guión.
2-Se designa un Director o Directora de escena.
3-Presentar las escenas.
(Duración 10 minutos)
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