martes, 9 de agosto de 2016

Congreso de Educacion Romana 2016 TALLER: “ELABORACIÓN DE RECURSOS DIDÁCTICOS” Facilitadora: Licda. Elizabeth de Jesús Hernández





TALLER:  “ELABORACIÓN DE RECURSOS DIDÁCTICOS”
Facilitadora: Licda. Elizabeth de Jesús Hernández
clie.hernandez@gmail.com
Cel. 809-914-8359

Muchas veces como docentes creemos que no tenemos la habilidad, destreza o creatividad para elaborar los recursos que necesitamos tener en el Salón de Clases.
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. Es decir, se trata de producir respuestas novedosas y originales ante cualquier tipo de problema en todas las áreas de la humanidad, lo que no es tarea fácil y, por ello, requiere entrenamiento y desarrollo, pues es "algo" que todos tenemos en diferente medida.

El aprendizaje se da de la siguiente manera:

Cada persona aprende de manera distinta a las demás: utiliza diferentes estrategias, aprende con diferentes velocidades e incluso con mayor o menor eficacia; incluso aunque tengan las mismas motivaciones, el mismo nivel de instrucción, la misma edad o estén estudiando el mismo tema.
Es por eso que el/la docente debe hacerse de una serie de herramientas que le ayuden a organizar mejor el trabajo y a promover aprendizajes significativos, a través de la construcción del conocimiento, y como a los niños y niñas les encanta jugar, es una de las  mejores  actividades para potencializar el aprendizaje y desarrollar competencias.
El salón de clases  
El salón de clases como espacio de convivencia y construcción de conocimientos  El salón de clases, generalmente llamado “aula” es un espacio físico donde se establecen relaciones entre personas. Su organización y ambientación puede facilitar o dificultar las relaciones entre las/los estudiantes y con sus docentes, así como el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este espacio debe tener unas condiciones ambientales propicias para la construcción de conocimientos, el trabajo colaborativo y cooperativo.  
El salón de clases constituye un espacio pedagógico privilegiado para la convivencia, en el que se comparten experiencias, saberes, vivencias, sueños, historias de vida; se celebran los aprendizajes; y, en donde cada niña, niño, maestra, maestro reconoce su permanente proceso de constitución de sujeto. Tiene un carácter alegre, lúdico, creativo, investigativo, que favorece en las niñas y en los niños el conocimiento mutuo, la integración, la interrelación, el compartir vivencias, experiencias, conocimientos, actitudes y valores que desarrollen su creatividad, su autonomía y libertad para accionar. 
Como espacio lúdico, el salón de clases favorece el aprender jugando, desde actividades, estrategias y juegos que se organizan a partir de las temáticas de aprendizaje que se estén desarrollando. En éste, se propicia la socialización de las niñas y los niños tomando en cuenta la esencia de su SER, compartiendo su manera de pensar, su percepción del mundo, sus intereses, sus alegrías, sus características personales que le definen, identifican y le hacen única y único.  
Los salones de clases como espacios enriquecidos para el aprendizaje
 Los salones de clases están enriquecidos  para el aprendizaje cuando sus espacios son dignos, ordenados, limpios y acogedores; cuando disponen de materiales, mobiliarios, recursos y todas las condiciones esenciales que garantizan la construcción de aprendizajes de calidad para la alfabetización de las niñas y los niños.  
Organización del salón de clases del Primer Ciclo 
La organización del salón de clases del Primer Ciclo es pensada desde las necesidades e intereses de las niñas y los niños. Se organiza junto a ellas y ellos, posibilitando la realización de actividades de proceso en donde las niñas y los niños actúan, piensan, exploran, construyen, investigan, deciden, resuelven problemas desde una invitación a la interrogación y al desafío permanente.
Siempre privilegiando la socialización, la interrelación, el intercambio de conocimientos, la construcción y producción, diálogos de saberes, procesos de reflexión, autorregulación y valoración de los mismos. Es así como se propicia una organización que posibilita a todas y todos mirarse al rostro, dialogar desde una mirada horizontal, cercana, de encuentro entre iguales, brindando la oportunidad de que todas las niñas y los niños participen de manera espontánea y desarrollen competencias para hablar en público y tomar la palabra con autonomía y confianza en un grupo de personas.  
Distribución de las mesas, sillas, pupitres dentro del salón de clases
 Las formas de organización privilegiadas que favorecen la perspectiva de interacción y aprendizaje cooperativo la constituyen una disposición circular o rectangular del mobiliario del salón de clases y/o la colocación de mesas de trabajos de 4 a 6 niñas o niños.
De ninguna manera en los salones de clases del Primer Ciclo se utiliza la organización de las y los estudiantes en filas, puesto que incentiva el individualismo, el aislamiento y podría generar la estigmatización de estas y estos.  
Los espacios del salón de clases
Los procesos de aprendizaje del Primer Ciclo del Nivel Primario favorecen la alfabetización inicial de las niñas y los niños, por lo que se privilegia la ambientación desde la estrategia del salón de clases letrado.  
Los espacios esenciales dentro del salón de clases son:
  • !                Biblioteca del salón de clases.
  • !                Espacios para las producciones de las niñas y los niños.
  • !                Espacios para el trabajo en grupos.
  • !                Espacios diseñados para realización de actividades de la secuencia didáctica. 
  • !               Espacios para la producción individual. 
  
Biblioteca del salón de clases
La Biblioteca del salón de clases constituye un referente y apoyo esencial para las niñas y niños en su   proceso de apropiación de la lengua oral y escrita y de los otros lenguajes (el lenguaje de la ciencia, del cuerpo, del arte,  y del lenguaje matemático). Tiene un sentido vital y posibilita grandes oportunidades para encantar, enamorar, motivar a las niñas y los niños a leer y escribir, experimentar, pintar, danzar, jugar, cantar, dramatizar e imaginar. Es una amiga incondicional para las niñas y los niños, a la que se pueden acercar con confianza y con alegría, descubrir nuevas palabras, nuevas historias, nuevos contextos, textos diversos, creativos pretextos y retadores textos que les brindan posibilidades infinitas de aprendizaje y de ampliación cultural.  
Orientaciones para el uso de la biblioteca del salón de clases 
En el salón de clases, la maestra y el maestro hacen acuerdos con las niñas y los niños para utilizar la biblioteca de manera significativa, con libertad, con espontaneidad y como referente permanente a los procesos de construcción de conocimientos. Algunos acuerdos son: 
·         Al finalizar una actividad, según el ritmo de cada niña y niño, pueden acercarse a leer libros de su interés. 
·         Las niñas y los niños pueden tomar libros de la biblioteca en calidad de préstamo. Para eso se elabora una ficha que estará en un fichero en el mismo espacio de la biblioteca. Haciendo el compromiso de devolverlos en el tiempo que se ha establecido.    
·         En el momento en que se desarrollen las diferentes estrategias de lectura, las niñas y los niños pueden seleccionar de manera espontánea o con la orientación de la maestra o el maestro, los libros que se compartirán. 
·         Para el cuidado de los libros, se escriben en consenso con las niñas y los niños, unas orientaciones del uso y cuidado de los mismos. Estos acuerdos implican evitar rayar, romper, despegar hojas, ensuciar, etc. 
·         En las escuelas donde los salones de clases son compartidos se establecen las responsabilidades de la organización diaria de la biblioteca, que implica la colocación de los libros en un lugar seguro.  
En el salón de clases se dispone de un fichero organizado en orden alfabético de acuerdo con los nombres de las niñas y los niños, en el que cada una/o va colocando las fichas de los libros que va leyendo en el mes. Además, cada niña y niño organiza su fichero personal, para registrar los libros que va leyendo. Esto le da la oportunidad de ir regulando su proceso, de organizar y apropiarse de las informaciones básicas de los libros que lee y a la vez  se convierten en promotoras y promotores de lectura con sus compañeras y compañeros, al comunicar sus impresiones, sus experiencias y aventuras al leerlo.   
Cada niña y niño debe leer por lo menos 10 libros al año. Esta cantidad puede aumentar progresivamente según las competencias y los intereses de las niñas y los niños.
Espacios para las producciones de las niñas y los niños
El salón de clases debe dar cuentas del trabajo de los/as estudiantes. Esto favorece de manera especial el proceso de regulación de los aprendizajes durante la alfabetización de las niñas y los niños.  Es por esto que sus producciones, sus creaciones literarias, los textos que trabajen pueden ser expuestos en el salón de clases con la intención de que al mirarlos, explorarlos, compartir un fragmento, se fomente diariamente la cultura lectora y se despierte la capacidad de crear, el gozo de leer y el deseo de escribir. 
En este espacio se publican producciones individuales, de parejas, grupales; producciones literarias,  resultados de las investigaciones, análisis, confrontaciones, acuerdos; tanto de  las niñas y los niños como de las maestras y los maestros. Estas producciones pueden ser textos escritos, gráficos, dibujos, mapas conceptuales, entre otros.   
Las producciones que se publican forman parte de los textos que se han construido en las actividades vividas. Responden a la culminación de un proceso que se ha ido gestando, acompañando, dialogando, revisando y retroalimentando.  Estas producciones que se publican deben tener título, fecha, claridad en los trazos, letras claras y legibles, márgenes bien trabajados, limpieza y debe estar firmado por la niña y el niño.  
Una alternativa para la publicación de las producciones, la constituye el uso de cordeles. Pueden ser de soga, hilos de lana, etc. Se organizan para colgar las producciones, lo que posibilita su movilidad y que las mismas niñas y niños puedan organizar sus construcciones. Se utilizan pinzas y ganchos de ropas para colocarlos. El uso de cordeles también permite el aprovechamiento de los espacios.  

Espacios para el trabajo en grupos
Se puede disponer de espacios permanentes con mesas para el trabajo compartido y la edición de sus textos. Donde las niñas y los niños puedan sentarse a dialogar, a revisar/confrontar sus producciones, a construir recursos que necesitan para las asignaciones, a leer de manera compartida, a tomar decisiones, a resolver conflictos, etc. De esta forma, no se interfiere a las/os demás compañeras/os que van realizando actividades individuales, según sus ritmos y procesos de aprendizaje.   
Espacios diseñados para realización de actividades de la secuencia didáctica
De esta manera, el salón de clases se transforma en  las calles de la comunidad, en un colmado, en un parque, en una feria científica, en un teatro de títeres, en un cine, un centro tecnológico,  en una montaña, en un nuevo país, etc. Estos espacios son diseñados previamente por la maestra, ambientados y organizados para que las niñas y los niños recorran cada lugar, dispongan de los materiales y recursos que requieren para su aprendizaje y actúen de forma autónoma según las orientaciones de las/os docentes para la construcción de sus conocimientos.  
Espacios para la producción individual 
Las niñas y los niños requieren de espacios cómodos, que favorezcan su concentración en las actividades de aprendizaje que desarrollan. Por tanto, el equipo de gestión y las/os docentes posibilitan un salón de clases organizado, donde las niñas y los niños cuenten con pupitres limpios, en buenas condiciones, con espacio suficiente para colocar sus útiles y a una distancia de las/os demás compañeros/as que les permita moverse, ponerse de pie y sentarse sin interferir a las/os demás, ni ser interferidos/as por ellas/os.  
LOS RECURSOS DEL SALÓN DE CLASES 
Materiales didácticos
Son recursos que se elaboran y diseñan con la intención de apoyar de manera visual, auditiva, táctil o kinestésica el proceso de alfabetización de las niñas y los niños. Se constituyen en recursos de apoyo a la mediación pedagógica de las maestras y los maestros en su práctica. Estos recursos deben estar contextualizados y responder secuencias didácticas y situaciones de aprendizaje. 
Algunas funciones que tienen los recursos didácticos en el proceso de aprendizaje de las niñas y los niños en el Primer Ciclo son:
  • §             Son referentes para la alfabetización de las niñas y los niños. 
  • §             Despiertan la motivación, la impulsan y generan interés.
  • §             Ofrecen nuevas experiencias, aprendizajes y conocimientos.
  • §              Ayudan a ejercitar y desarrollar habilidades.
  • §             Ayudan a la organización de la información.
  • §           Proporcionan un entorno significativo para la expresión de las niñas y los niños.
  • §          Favorecen el trabajo personalizado con las niñas y los niños. 
  • §         Permiten evaluar los procesos de aprendizaje y las etapas de la alfabetización de niñas y niños. 
 Para la  selección  y la utilización de los recursos didácticos es necesario tener en cuenta los siguientes criterios: 
Intencionalidad en el uso del recurso:
Se refiere a las competencias específicas que se esperan de la niña y el niño, a partir de las actividades que desarrolle usando el recurso como puente o mediador para lograrlo. Al construir o seleccionar el recurso, la maestra y el maestro tiene una intención pedagógica clara, planificada y coherente con el Diseño Curricular.


Adecuación a la edad e intereses de las niñas y los niños.
Es necesario que despierte el interés de las niñas y los niños, que esté acorde con su momento de desarrollo y le permita sentirse desafiado para la planeación de nuevas maneras de resolución de problemas.
 Aspecto y apariencia del recurso.
Las ilustraciones deben cuidar el respeto a la dignidad humana, cuidar la equidad de género y ser contextualizado. El recurso debe tener un aspecto agradable, atractivo, ilustrado y limpio.
Seguridad en el uso:
El recurso debe ser seguro para la manipulación de las niñas y los niños. Esto implica que garantice la integridad física, emocional y psicológica de las niñas y los niños.
Además, es importante que se oriente y acompañe su uso, evitando que sea utilizado para agredirse unos a otros. 
Manejable:
En la interacción de la niña y del niño con el recurso, cada estudiante debe conocerlo, tener unas orientaciones y saber cómo manejarlo. 
En el momento de utilización de un recurso didáctico es importante ofrecer a las niñas y los niños unas instrucciones claras y sencillas, además de  practicar con ellas y ellos su uso.  
Entre los manipulativos que no deben faltar están: textos diversos, bingos de palabras, dominós, cajas de palabras y de campos semánticos, diferentes objetos que sirvan para contar, clasificar, ordenar y predecir (clips, palitos de fósforos, cajitas, botones, fichas, animalitos, figuras diversas, etc.), geoplanos con sus gomillas, tableros de operaciones, poliedros regulares, tangram chino, bloques multibases o bloques de Dienes, generadores de azar (dados, ruletas, fichas de colores), mosaicos (polígonos regulares e irregulares, para teselar o cubrir el plano), balanzas y pesas, jarras graduadas (en tazas, onzas y litros), reglas graduadas (en centímetros y en pulgadas), cintas métricas flexibles (de las que usan las modistas), recursos del medio para medidas de capacidad, masillas, diferentes tramas para las matemáticas (papel cuadriculado, milimétricas, triangulares o isométricas, hexagonales, etc.), papel (bond, de colores, de mantequilla o de calcar, etc.), barajas para hacer asociaciones y relaciones, mapas, tablas, guías y planos y recursos tecnológicos (televisión, calculadoras científicas simples, algunos dispositivos electrónicos y páginas de Internet).   
Pizarras para la producción escrita 
Las pizarras son recursos de apoyo a los de aprendizajes, ayudan a la organización de los procesos y la contextualización de las niñas y los niños con su entorno, por lo que se escribe la fecha, la frase del día, las temáticas que se abordan, las palabras que van aprendiendo diariamente, las efemérides, entre otros aspectos relevantes.  
Se proponen tres pizarras rayadas en el salón de clases: dos pequeñas para el uso y expresión de las niñas y los niños y una para las orientaciones que la maestra y el maestro comparte con sus estudiantes, siempre valorando las posibilidades y el espacio de cada centro educativo y cada salón de clases. Las pizarras estarán rayadas para favorecer que las niñas y los niños observen y escriban haciendo un uso correcto de los trazos de la escritura convencional.  Estas pizarras son colocadas en la pared a la altura de las niñas y los niños, evitando que estén sueltas, encima de una silla, de una mesa o en el piso.  
Los murales de aprendizaje
Los murales del salón de clases son un referente permanente para los procesos de alfabetización de las niñas y los niños. Son organizados con ellas y ellos, construidos con apoyo de las/os docentes partiendo de las producciones de las/os estudiantes. Por tanto, se debe favorecer la autonomía de las niñas y los niños al proponer su diseño y organización.  
Son organizados, actualizados y renovados en función de los procesos y estrategias que se están vivenciando en el salón de clases.  
Los mismos, tienen diferentes finalidades. Entre ellas: compartir aspectos significativos de las temáticas que se están abordando en el salón de clases; informar sobre acontecimientos, actividades de la escuela y del salón de clases; recoger la asistencia del día, los estados del tiempo y las responsabilidades de la semana, de acuerdo a los equipos de trabajo que se tienen organizados.  
Para la organización de estos murales se deben tomar en cuenta los siguientes criterios:
           El espacio disponible para la distribución del contenido del mural: imágenes, textos, símbolos, entre otros.  De manera que la colocación en el mural permita un espacio agradable a la vista, sin sobrecargas de contenido ni de colores.
        La letra debe ser clara, legible, de tamaño y nitidez adecuada a la capacidad visual de niñas y niños con baja visión, con un valor estético significativo, de buena grafía y ortografía, evitando la mezcla de tipos de letras (cursivas y script, mayúscula y minúscula).
    Al finalizar cada renglón del texto, garantizar que las palabras no queden divididas entre un renglón y el siguiente.
           Los elementos de ambientación del mural deben estar en coherencia con el contenido del mismo. 
    Favorecer la creatividad al colocar y organizar las informaciones del mural, evitando que estas sean repetitivas. 
     El contenido y las imágenes deben ser contextualizadas, considerar la identidad cultural, respetar la dignidad de las niñas y los niños y de todas las personas. Pueden colocarse personas del contexto local y de la comunidad que promuevan valores. 
       Incluir imágenes para otorgar información a niñas y niños no lectores/as o que requieren de claves visuales para la comprensión del mensaje.
       Considerar el enfoque de género y las perspectivas inclusivas para la atención a la diversidad, evitando estereotipos al ser humano por su sexo, discapacidad o cualquier otra condición.  
        La información debe  ser constantemente  renovada.   
Referentes permanentes del salón de clases
  • Algunos recursos que se utilizan de manera permanente en el salón de clases del Primer Ciclo son: 
  • ü      alfabetos (móviles, en barajas, grandes, pequeños),
  • ü     diccionarios (para cada estudiante o grupo de estudiantes),
  • ü    carteles (asistencia, cumpleaños, etc.),
  • ü    textos diversos (revistas, cuentos, textos instructivos, afiches, videos, láminas, crucigramas, calendarios, sopas de letras),
  • ü     cajas de letras, de sílabas, de palabras y de campos semánticos,
  • ü    tarjetas de imágenes-palabras,
  • ü     juegos diversos: dominóes, bingos de palabras,  entre otros.  
Estos recursos deben estar disponibles para que niñas y niños los consulten al momento comprender los textos que leen y realizar sus producciones escritas. Además, son utilizados para disfrutar una lectura por placer y la expresión de sus ideas, sentimientos y pensamientos.  
El alfabeto
En el salón de clases se cuenta con carteles visibles y de letra grande para las explicaciones generales. Pero también se cuenta con alfabetos móviles para cada estudiante del Primer Ciclo y con barajas de alfabetos móviles. 
Las maestras y los maestros enseñan a las niñas y los niños el uso del alfabeto de manera interesante y significativa. Utilizando alfabetos en letra mayúscula y minúscula, script y cursiva. Pueden seguir un proceso como el siguiente: 
  •           Dialogan sobre el nombre alfabeto, referido a las primeras dos letras griegas, el alfa y la beta. 
  •          Se descubre su contenido y se cuenta con ellos/as cada grafema con su correspondiente fonema.
  •          Se les invita a descubrir cómo pueden componer cualquier palabra que se les ocurra.
  •         Revisan los libros y ven cómo son construidos con tan solo 27 signos o símbolos (cada letra).
  •        A partir de un texto, dicen algunas oraciones que aparecen allí, las escriben en la pizarra y van descubriendo las letras de cada palabra.  
  •     Luego, las niñas y los niños en pareja, piensan en algunas palabras del texto y las forman  (se auxilian del alfabeto y las cajas de palabras).
  •   Revisan cómo las han escrito y siguen descubriendo sus sonidos.
§  Juegan a componer palabras. Si el significado lo desconocen pueden consultar el diccionario. 
§  Definen dónde colocarán los alfabetos móviles y los carteles grandes. Además, en cuáles momentos los van a utilizar. Es preferible que cada niño y niña tenga en su cuaderno su propio alfabeto y que se disponga en la biblioteca del salón algunos alfabetos móviles. Los carteles con los alfabetos grandes se colocan en un lugar visible para todas y todos.   
Barajas del alfabeto:
Son tarjetas que contienen (cada una) una determinada letra del alfabeto, tanto en mayúscula como en minúscula, y una imagen que representa una palabra cuya letra inicial es igual a la letra de la tarjeta. Esta estrategia favorece el reconocimiento de las letras iniciales de las palabras, la escritura del alfabeto y la construcción de palabras y frases. 
Cartel de asistencia:
Constituye un referente importante para el proceso de alfabetización de las niñas y los niños, para el reconocimiento de su nombre y el de sus compañeras/os. Esto favorece la construcción de su identidad, la valoración y respeto por las otras y los otros, al llamarles correctamente por sus nombres. Durante el año escolar se pueden utilizar diferentes modelos de carteles de asistencia y diferentes formas para el pase de lista.  Siempre propiciando que las niñas y los niños participen de manera creativa y lúdica en esta actividad del día a día. La cual, además, les permite reconocer las/os compañeras/os que faltaron e interesarse por ellas/os, generando actividades como visitas a sus casas, cartas y mensajes expresando cómo se sienten por la ausencia de ellos/as o para que recuperen su salud y se integren a la escuela (de ser el caso).   
Cartel de cumpleaños:
Se convierte en un referente importante para celebrar la vida en la escuela. Lo cual es fundamental en los espacios de convivencia humana. Con estos carteles, además, se sigue potenciando el manejo de los nombres propios y la apropiación de las nociones de orientación temporal, importante en el proceso de alfabetización inicial en la secuenciación de las letras para la formación de las palabras. Maestras y maestros favorecen que las niñas y los niños se interesen por las otras y los otros, por celebrar junto a ellas/os sus cumpleaños, a través de gestos sencillos que manifiestan el cariño y aprecio que se les tiene, haciendo del salón de clases un espacio humanizante y alegre.   
Tarjetas de imágenes-palabras:
Son pares de tarjetas de un mismo campo semántico. Una tarjeta contiene la imagen y otra imagen contiene la palabra que representa esa imagen. Se escoge una tarjeta al azar y se busca su correspondiente. Esta estrategia contribuye al desarrollo del vocabulario, a la producción de textos y a la asociación imagen-palabra. 



Cajas de letras y sílabas:
Son cajas que contienen letras, tanto en mayúscula como en minúscula para formar diferentes palabras y oraciones. Se recomienda que cada niña y cada niño tenga una cantidad suficiente de consonantes y vocales, así como de sílabas para que pueda construir varias palabras y/o frases. Su utilización contribuye al reconocimiento de las letras, las cuales se utilizarán en distintas actividades: bingos de palabras, crucigramas, autocorrección de la escritura, sopa de letras, entre otras. También contribuye a la construcción y deconstrucción de palabras por sílabas y a la conciencia fonológica. 
Cajas de palabras:
Son cajas que contienen palabras de acuerdo con las categorías gramaticales (nombres propios y comunes, adjetivos, verbos y adverbios). A cada una de las cajas le corresponden palabras de una categoría gramatical. Esta estrategia permite la construcción de oraciones y de textos mediante el juego y la combinación creativa de las palabras. Construir secuencias narrativas, desarrollo del pensamiento simbólico. 
Crucigramas:
 Son tableros de hojas o cartón que se utilizan para formar palabras de acuerdo con unas pistas. En los crucigramas aparecen recuadros en líneas horizontales y verticales donde algunas letras se cruzan, de tal manera que el comienzo de una palabra puede corresponder con el final de la otra o con una letra que se encuentra en el medio de la palabra. Esta estrategia posibilita el aprendizaje del orden y estructura de las letras para la conformación de palabras, el desarrollo del vocabulario, la conciencia espacial y la conciencia fonológica.  
Bingos de palabras:
Son cartones, cuadros o tableros con imágenes donde se dibujan cuadrados vacíos de acuerdo con la cantidad de letras que contengan la palabra. Se escogen al azar una a una las letras y se van colocando en cada cuadrado hasta completar el nombre de la imagen. Esta estrategia posibilita la diferenciación de la longitud de las palabras (palabras cortas-largas), la discriminación visual, fonológica y auditiva.  
Dominó de palabras - imágenes:
Es un juego de veintiocho fichas, las cuales tienen siete palabras o imágenes que se relacionan una con la otra, siendo siete de estas fichas dobles. Esta estrategia permite establecer la relación imágenes-palabras, número-cantidad de objetos y palabras que tienen igual grafema al inicio o al final. Posibilita también la discriminación visual, fonológica y auditiva. 
Rompecabezas:
Son piezas planas que permiten componer o formar una figura, un objeto o una escena. Esta estrategia posibilita la resolución de problemas, el desarrollo de la conciencia espacial, la conciencia visual y la motricidad fina. 
Sopa de letras:
Es una hoja cuadriculada con palabras donde cada cuadrícula tiene una letra. Algunas letras de esas palabras se cruzan con otras. Las palabras pueden estar escritas en dirección horizontal, vertical o diagonal y de derecha a izquierda o de izquierda a derecha. Esta estrategia favorece como en el crucigrama, el aprendizaje del orden y estructura de las letras para la conformación de palabras, el desarrollo del vocabulario, la conciencia espacial y la conciencia fonológica.  




SEGUNDO CICLO
Los recursos en la escuela y en el salón de clases
Para los procesos de aprendizaje y desarrollo vital que experimentan las niñas y los niños del segundo ciclo del nivel primario, se asumen los siguientes aspectos como prioritarios en los recursos de la escuela y el salón de clases.
Materiales didácticos
Los materiales didácticos han de ser coherentes con los procesos de aprendizaje propuestos. Estos son diseñados y seleccionados tomando en cuenta el sentido pedagógico que tiene su uso en las actividades que se viven en el salón de clases; se organizan y orientan de forma tal que maestras, maestros, niñas y niños puedan hacer uso de ellos para la construcción de sus conocimientos. Se invita a desarrollar la creatividad para aprovechar los recursos del medio para la construcción de materiales didácticos que puedan hacer la clase más dinámica y divertida.
A la vez, se aspira a que los salones de clases estén habilitados con recursos tecnológicos adecuados, aprovechando los avances de la tecnología de la comunicación y la información, tales como pantallas, proyectores, televisores, softwares educativos, entre otros.
Se enlistan a continuación los materiales didácticos con los que ha de contar cada salón de clases del segundo ciclo:
• Textos diversos
• Diccionarios: generales, sinónimos/antónimos, inglés, español, etc.
• Balanza
• Brújula
• Láminas de abecedarios
• Cintas métricas
• Envases para medir volumen y capacidad
• Geoplano
• Reloj para demostración manual
• Globo terráqueo
• Figuras geométricas planas
• Formas geométricas tridimensionales
• Tangram
• Juego de pesas
• Reglas
• Dominó de adición
• Dominó de sustracciones
• Dominó de multiplicación
• Juego de dominó para fracciones y decimales
• Juegos de cucharas medidoras
• Juego de cartabones
• Símbolos patrios
• Láminas de Ciencias de la Naturaleza
• Láminas con los sentidos del cuerpo humano
• Figuras con los diferentes sistemas del cuerpo humano
• Lupas
• Mapas (físico y político) de República Dominicana y la isla de Santo Domingo
• Mapas de los continentes
• Mapas temáticos
• Rompecabezas
• Tiras de fracciones
• Termómetros
• Papel cuadriculado
• Cronómetros
• Agendas
• Microscopio
• Cámara oscura
• Caleidoscopio
• Telescopio
• Títeres
• Flauta dulce
• Ajedrez
• Pelotas
• Sogas de saltar

Entre los recursos tecnológicos, es imprescindible contar con:
• Calculadoras científicas simples
• Televisión plasma o pantalla
 • Radio
• Bocinas pequeñas
• Proyector
•Laptop para docentes con acceso a internet
Estos diferentes recursos deben ser colocados de manera visible, para que los/las estudiantes puedan manipularlos, explorarlos, reconocerlos, pero a la vez deben ser colocados en su lugar cada vez que terminemos de utilizarlos, para ambientar el espacio del salón de clases. Estos distintos recursos deben ser nombrados por los maestros y las maestras para que los/las estudiantes se familiaricen con su nombre y su utilidad en el proceso de enseñanza. 

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